Equinoterapia
El caballo estimula los músculos y articulaciones, hace que se relajen los músculos y fortalece tanto el área física como la psíquica.
¿QUÉ ES LA EQUINOTERAPIA o TERAPIAS ASISTIDAS CON CABALLOS?
La equinoterapia o terapias asistidas con caballos, es una modalidad terapéutica complementaria en la cual el caballo es el hilo conductor para trabajar patologías psíquicas, físicas y sociales.
Los movimientos tridimensionales del caballo estimulan los músculos y articulaciones, también su temperatura corporal aprox.39º hace que se relajen los músculos y fortalece tanto el área física como la psíquica.
Además de estos beneficios, el trabajo terapéutico del caballo también abarca otros aspectos de la persona, en el área psicológica y emocional, un incremento de la confianza, potencia la autoestima, una disminución de la ansiedad, mejora del control emocional, potencia la sensación de bienestar y disfrute, corrección de los problemas de conducta, entre otros.
En el área de la comunicación y las relaciones interpersonales, una mejora de la misma, tanto gestual como oral, con el caballo y con las otras personas, incremento de las relaciones interpersonales, mejora de la expresión personal, de emociones y sentimientos, fomenta patrones de relación adecuados.
Durante la práctica de la equinoterapia el usuario y el caballo se funden en un solo ser para trabajar en conjunto estableciendo un vínculo de afectividad y armonía, donde premia la confianza mutua entre ambos.
El caballo ha sido desde épocas remotas compañero del hombre, en multitud de actividades trabajo, deporte, guerras etc… y además ha sido utilizado para mejorar la salud psíquica y física de las personas.
Actualmente cada vez, por suerte, está más en auge este tipo de terapia complementaria y está demostrado científicamente los beneficios que aporta.
¿QUÉ PROPIEDADES TERAPEUTICAS OFRECE LA EQUINOTERAPIA?
La equinoterapia la podemos dividir principalmente en tres áreas; equinoterapia social, hipoterapia, (su nombre proviene de la palabra griega hippo, (caballo) y equitación terapéutica.
Estas tres áreas se adaptan dependiendo de la patología de cada paciente, ya sean patologías físicas, psíquicas o sociales.
Cuando el jinete va montado al caballo, este le aporta básicamente tres beneficios,
- el calor corporal del caballo es aprox. de 38º/39º, como el cuerpo del caballo genera mas calor que el del cuerpo humano, podemos beneficiarnos de el como si fuera un instrumento calorífico que ayuda a relajarse y a distender la musculatura excesivamente rígida.
- la transmisión de impulsos rítmicos:
El caballo transmite al cuerpo del jinete a través de su dorso entre 90 y 110 impulsos rítmicos que estimulan reacciones de equilibrio y producen una agradable sensación por su efecto mecedora, lo que contribuye también al bienestar psíquico y emocional del jinete.
- transmisión de un patrón de locomoción similar al de la marcha humana:
La biomecánica del paso del caballo es muy similar a la del ser humano. Cuando eleva los miembros posteriores por debajo del centro de gravedad, hace un movimiento idéntico al de las personas que lo transmite a la pelvis, moviendo exactamente los mismos músculos que movería cuando estamos andando.
¿QUÉ NOS APORTAN LOS CABALLOS PARA ESTAS TERAPIAS?
Este animal ofrece el único tratamiento por el cual el paciente esta expuesto a un movimiento tridimensional de vaivén, muy similar al que realiza el ser humano al caminar.
La terapia con caballos utiliza este movimiento como herramienta terapéutica, y el paciente se ve obligado a reaccionar frente a una serie de estímulos producidos por trote del caballo.
LOS ORÍGENES DE LA EQUINOTERAPIA
La utilización de los caballos para rehabilitación y usos terapéuticos, es una terapia que se remonta a la época de la antigua Grecia, Hipócrates que vivió entre el año 377 y el 458 a.c. ya aconsejaba la equitación para algunos tipos de dolencias, entre ellas el insomnio.
-Galeno 139-199d.c. medico particular de Marco Aurelio le recomendó practicar la equitación para mejorar su autoestima, y seguridad en si mismo, ya que era bastante indeciso a la hora de tomar decisiones.
Sin entrar mas en la historia comentaremos el caso de Liz Hartel, a los 16 años sufrió poliomielitis y estuvo varios años en silla de ruedas, en contra de la voluntad de toda su familia volvió a practicar la equitación, deporte que ya había practicado antes de la enfermedad. Se presentó a los juegos olímpicos de Helsinki en 1952 consiguiendo la medalla de plata en doma clásica.
Podríamos seguir con un largo etc.
La equinoterapia o terapias asistidas con caballos, es una modalidad terapéutica complementaria en la cual el caballo es el hilo conductor para trabajar patologías psíquicas, físicas y sociales.
Los movimientos tridimensionales del caballo estimulan los músculos y articulaciones, también su temperatura corporal aprox.39º hace que se relajen los músculos y fortalece tanto el área física como la psíquica.
Además de estos beneficios, el trabajo terapéutico del caballo también abarca otros aspectos de la persona, en el área psicológica y emocional, un incremento de la confianza, potencia la autoestima, una disminución de la ansiedad, mejora del control emocional, potencia la sensación de bienestar y disfrute, corrección de los problemas de conducta, entre otros.
En el área de la comunicación y las relaciones interpersonales, una mejora de la misma, tanto gestual como oral, con el caballo y con las otras personas, incremento de las relaciones interpersonales, mejora de la expresión personal, de emociones y sentimientos, fomenta patrones de relación adecuados.
Durante la práctica de la equinoterapia el usuario y el caballo se funden en un solo ser para trabajar en conjunto estableciendo un vínculo de afectividad y armonía, donde premia la confianza mutua entre ambos.
El caballo ha sido desde épocas remotas compañero del hombre, en multitud de actividades trabajo, deporte, guerras etc… y además ha sido utilizado para mejorar la salud psíquica y física de las personas.
Actualmente cada vez, por suerte, está más en auge este tipo de terapia complementaria y está demostrado científicamente los beneficios que aporta.
¿QUÉ PROPIEDADES TERAPEUTICAS OFRECE LA EQUINOTERAPIA?
La equinoterapia la podemos dividir principalmente en tres áreas; equinoterapia social, hipoterapia, (su nombre proviene de la palabra griega hippo, (caballo) y equitación terapéutica.
Estas tres áreas se adaptan dependiendo de la patología de cada paciente, ya sean patologías físicas, psíquicas o sociales.
Cuando el jinete va montado al caballo, este le aporta básicamente tres beneficios,
- el calor corporal del caballo es aprox. de 38º/39º, como el cuerpo del caballo genera mas calor que el del cuerpo humano, podemos beneficiarnos de el como si fuera un instrumento calorífico que ayuda a relajarse y a distender la musculatura excesivamente rígida.
- la transmisión de impulsos rítmicos:
El caballo transmite al cuerpo del jinete a través de su dorso entre 90 y 110 impulsos rítmicos que estimulan reacciones de equilibrio y producen una agradable sensación por su efecto mecedora, lo que contribuye también al bienestar psíquico y emocional del jinete.
- transmisión de un patrón de locomoción similar al de la marcha humana:
La biomecánica del paso del caballo es muy similar a la del ser humano. Cuando eleva los miembros posteriores por debajo del centro de gravedad, hace un movimiento idéntico al de las personas que lo transmite a la pelvis, moviendo exactamente los mismos músculos que movería cuando estamos andando.
¿QUÉ NOS APORTAN LOS CABALLOS PARA ESTAS TERAPIAS?
Este animal ofrece el único tratamiento por el cual el paciente esta expuesto a un movimiento tridimensional de vaivén, muy similar al que realiza el ser humano al caminar.
La terapia con caballos utiliza este movimiento como herramienta terapéutica, y el paciente se ve obligado a reaccionar frente a una serie de estímulos producidos por trote del caballo.
LOS ORÍGENES DE LA EQUINOTERAPIA
La utilización de los caballos para rehabilitación y usos terapéuticos, es una terapia que se remonta a la época de la antigua Grecia, Hipócrates que vivió entre el año 377 y el 458 a.c. ya aconsejaba la equitación para algunos tipos de dolencias, entre ellas el insomnio.
-Galeno 139-199d.c. medico particular de Marco Aurelio le recomendó practicar la equitación para mejorar su autoestima, y seguridad en si mismo, ya que era bastante indeciso a la hora de tomar decisiones.
Sin entrar mas en la historia comentaremos el caso de Liz Hartel, a los 16 años sufrió poliomielitis y estuvo varios años en silla de ruedas, en contra de la voluntad de toda su familia volvió a practicar la equitación, deporte que ya había practicado antes de la enfermedad. Se presentó a los juegos olímpicos de Helsinki en 1952 consiguiendo la medalla de plata en doma clásica.
Podríamos seguir con un largo etc.